Pequeñas razones para grandes sonrisas

Muchas veces solemos llamar egoístas aquellos que se preocupan por uno mismo, yo pienso que en algún punto tenemos que preocupar nos por nosotros mismos, sino , quién lo hará? nadie.
Tantas veces me pregunte si el camino que había elegido era el correcto, muchas veces quise entender que estaba haciendo, pero después me di cuenta que no todo tiene respuesta y no todo tiene solución. Tendremos muchos caminos por recorrer y tendremos muchas experiencias para aprender de ellas y aún así sigo pensando que la vida es un camino del cual no sabemos cuando llegará a su fin, lo mejor sería vivir la vida y sé que aveces nos sentimos perdidos, pero no sabemos cuando, ni donde nuestros signos vitales se detendrán.
Cada día intento dejar de pensar un poco, es que aveces tengo tantas cosas en la cabeza que no se cual dejar de lado.
Me veo caminando en una senda, no sé con quien, me veo sola, es un camino totalmente hermoso, de vez en cuando llueve y hace mucho frío, otras simplemente el sol me ilumina y vuelvo a sentir el calor en mi cuerpo, es increíble como siento el aire expandirse dentro de mis pulmones, es increíble como siento cada paso que doy, la reacción de mis ojos al recibir la luz del sol y la tensión de mi cuerpo cuando a noche llega. Hay días que mi voz se tensa y suelo callar, hay otros en los cuales no paro de reír y mi mundo se vuelve a iluminar cada vez con más intensidad, cada risa que emito el sol sale más y más.
Será mi jardín interno? suena loco, pero es una forma de hablar conmigo, tengo la certeza de que ahí podría encontrar las respuesta de muchas preguntas que recorren mi mente en momentos de desesperación, pero después entendí que no quiero encontrar respuestas rápidas, quiero y caminando por mi sendero en buscar de ellas y pasar por lo que tenga que pasar para obtenerlas y por fin entender que sucedió y porque.
Ahí entenderé todo , cuando casi llegue a la luz final, pero todavía falta para llegar, hay mucho camino por recorrer y es necesario que preste atención a quienes le doy permiso de entrar y salir en mi sendero. No siempre estamos atentos a cada individuo que entra en nuestra vida, pero yo se que cuando uno entra sale otro y cuando sale uno entra otro, y cada uno de ellos actúan y hacen obras dentro de nosotros, ya sean buenas o malas y cuando tornan nuestro día soleado en nublado desesperamos y deseamos que se vayan rápido, sea quien sea, siempre deja una huella en cualquier parte de nuestro sendero, huellas imborrables las cuales nos van ayudar a ir en busca de nuestras respuestas.