Siempre pensé que la casa de mi vecino era la más misteriosa, pero solo había oído su historia, me faltaban muchas historias por conocer. Mi casa también tiene una historia pero no es tan llamativa, va eso pienso yo. Los dueños me advirtieron que en mi departamento pasaban cosas extrañas, justo cuando se cumplía el año de habitar allí. Pero toda mi preocupación se fue hace mucho tiempo ya que hace 3 meses se cumplió el año de estar acá y hasta ahora mi vida fue completamente normal, quizás exageraban un poco, quien sabe. La advertencia decía que algo raro le iba a pasar a mí familiar mas querido, pero yo no tenia familia, fallecieron cuando era niña -¿Cuál podría ser mi preocupación?-, Amigos nunca tuve ya que nadie me aceptaba porque pensaban que era rara, pero en fin nunca me importo.
Después de todo para mi era normal ser mirada de mala forma y estar sola. Mi vida solo se basa en la lectura de libros extraños, de terror, cosas que para otras personas son insólitas. Uno de mis libros favoritos es “Lo que no se ve se siente”, un historia de una niña muy parecida a mi ya que siempre escuchaba cosas que nadie más lo hacia.
Apenas llegué, cuando quise conocer más de este barrio, notaba que nada era igual, que todo era distinto, la gente no convivía junta se paliaban, era todo tan diferente. Cuando me subí ala tren, apareció de repente una familia que era de Jujuy, creo, tocando sus instrumentos e intentando ganarse el pan de cada día, nunca me importaron los demás.
El tren se movía lento, mientras pasaban esas paredes todas escritas con letras raras, viendo la cara de la gente cantando. Sentía que estaba en un barrio fantasma, nadie sonreía, la música era extraña, y la gente también.
Cuando llegue a la plaza de la que tanto hablaban, me quede sorprendida de que no allá nadie. Cuando volvía y entre a mi departamento las luces se desvanecieron dejándome a oscuras, fue ahí que todo empezó a tomas sentido, lo que me había dicho el extraño de mi vecino estaba tomando su forma. No sentí miedo en ningún momento pero me costaba pensar que iba a pasar.
Cuando me acosté, sin prestar atención a lo que paso quise ponerme a pensar sobre mi vida desde el principio hasta le fin…
Yo era una niña muy dulce pero al paso del tiempo fue desapareciendo, aquellas personas que decían ser mis amigas me cargaban, me pegaban y hasta me culpaban de sus actos, siempre acumule mucho odio dentro mío. Cuando empezaron a notar que estaba rara, me dejaron sola y hasta me tomaron miedo, nunca quise ser así pero ellas lo provocaron. Así crecí estando sola, pero nunca me importo, me había acostumbrado.
De adolescente mi vida fue rara y cuando pensé que todo eso había desaparecido, mis padre murieron dejándome a los 16 años internada en un orfanato, entonces todo eso volvió a mi, era algo que no me dejaba escapar del sufrimiento, siempre encerrada en 4 paredes negras sin puerta de salida.
Según los dueños y directores del lugar ningún niño podría salir de ahí hasta ser adoptado o cumplir su mayoría de edad.
Un par de familias me quisieron adoptar, pero en la hora de la convivencia surgían problemas. Según ellos era porque yo no me podía adaptar a su forma de vida, y si, era verdad. Ya que ellos pretendían que yo me vistiera usando colores claros y divertidos, como el rosa y el celeste, pero yo nunca salía de mis negros y grises.
También porque a la hora de la cena ellos pretendían que habláramos de las cosas ocurridas durante el día, y como yo soy muy callada no quería que ellos sepan lo que hago y dejo de hacer, porque también me costaba hablarles.
Los mismos problemas tuve con las dos familias que me intentaron adoptar. Entonces me quede sin opciones para salir de ese lugar, ahora tenia que esperar hasta ser mayor de edad.
[Continuara...]
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